top of page

¡SOS! NECESITO IRME, PERO NO PUEDO


Hace poco escuché la historia de la ranita que cae dentro de una olla con agua hirviendo y no puede salir. Su instinto la haría salir de un brinco, pero está muy cansada, sin fuerzas, bloqueada. ¿Qué le ha podido pasar para que se inhiba su instinto de supervivencia? 

Que le vendieron esa olla, como un paraíso tropical, con agua a temperatura ambiente, cristalina, como ella siempre lo había soñado. No se dio cuenta cuando comenzó a calentarse el agua, porque se lo hicieron muy poco a poco. Notó que estaba un poco más caliente, pero se lo justificó diciendo que seguro estaba exagerando, que era como estar en un spa, y las burbujitas que comenzaban a formarse se lo confirmaban. De repente, le costaba respirar y se sentía mareada, pensaba que ya era hora de salir de la olla, pero  tampoco quería perder el privilegio de estar dentro de esa "super olla" con agua cristalina. Cuando finalmente se dio cuenta de que tenía que salir porque no aguantaba más, ya no tenía fuerzas para hacerlo. Pidió ayuda a las ranitas que estaban en otras ollas cercanas, pero ninguna quiso ayudarla, por temor a que también terminarán calentando sus ollas. 

Bueno, exactamente así no era la historia, pero me siento como esa ranita. 

Me ha pasado en varias ocasiones a lo largo de mi vida, que sé cuando ha acabado una etapa, que es hora de irme, de pasar página, de moverme, pero no logro hacerlo.


Siempre encuentro muy buenas razones para quedarme, y termino convencida de que la mejor decisión es quedarme, que incluso es lo más responsable. Termino convenciéndome de que quizás no es tan malo lo que estoy viviendo, que puedo tomármelo de otra manera y lograr ser feliz donde estoy. O me aferro a la idea de que las personas pueden cambiar y así la situación también cambiará, que es algo momentáneo. ¿Te suena de algo lo que digo? ¿Ya ven porque me sentí identificada con la ranita? 

Yo también vi las señales, mi cuerpo me avisó de una manera brutal (seguro lo intentó antes de formas más sutiles, pero no le hice caso). Recuerdo vivir una situación muy complicada, y ver cómo mi pensamiento se bloqueó, comencé a sentir un dolor muy intenso en el pecho, pensé que me estaba dando un infarto, no podía respirar y tenía mucho miedo. Tardé un poco en darme cuenta de qué me estaba ocurriendo: estaba viviendo mi primer

ataque de pánico. 


Después de ese día, me dieron con más frecuencia los siguientes 2 meses, y además, comenzaron a darme ataques de tos constantes, que algunas veces me hacían vomitar. Más tarde me dijo el médico, que eran ataques de asma. 


Al prestar atención, descubrí que mi cuerpo tenía muchas maneras de hablarme: temblor en los párpados, picor en la garganta, dejarme sin voz, problemas digestivos, problemas en la piel... Además del insomnio, temblores y taquicardia. 


Fue un gran paso darme cuenta que mi cuerpo me hablaba, en términos psicológicos "somatizaba". 

Pero esto no fue suficiente, el siguiente paso fue entender qué quería decirme. Y en este paso, tuve muchas dificultades. Sabía que sola no podría interpretarlo, así que pasé por varias personas: compañeras psicólogas, coaches y otros profesionales de la psicología. 

Aunque las lecturas no coincidían, todo el proceso me ayudó a darme cuenta de la realidad, tenía que irme, pasar página y continuar con mi vida. 


Entonces conecté con todos mis miedos, había dedicado casi 10 años a este proyecto, me había entregado en cuerpo y alma, sacrificando muchas cosas durante el proceso. ¿Cómo abandonar el proyecto por mi propia voluntad? No lo hice, me han forzado a hacerlo. 

Si te has identificado con esta situación, si estás viviendo algo parecido en tu relación de pareja, a nivel laboral, familiar o con alguna amistad, seguramente necesitas un acompañamiento especializado. Como a mí, tu cuerpo te estará hablando de muchas maneras, y cuando no escuchamos, cuando no modificamos nuestro comportamiento, va eligiendo otras formas de mandarnos mensajes. 


Yo he aguantado casi 10 años, y mis argumentos para quedarme han ido cambiando con el tiempo. He visto como empeoraba mi salud, como iba cambiando mi carácter, como me iba apagando. 


Sé por lo que estás pasando, y me encantaría acompañarte. Escríbeme a marisinsp@gmail.com para pedir una cita. 


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post
  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por Marisín Silgado Paz. Creada con Wix.com

bottom of page