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LO QUE NO TE MATA, TE HACE MÁS FUERTE


Llevo varios días queriendo escribir, pero reconozco que tenía dificultad para aclarar mis pensamientos y mis emociones. Y hoy, de repente, escuchando una canción en la radio mientras conducía al trabajo, me vino la inspiración.


Y sólo puedo pensar en que estoy muy contenta y emocionada al poder decir que SOY UNA SUPERVIVIENTE.


Sí, HE SOBREVIVIDO a varios años trabajando en un ambiente laboral tóxico, que me fue minando poco a poco.

HE SOBREVIVIDO al maltrato psicológico que sufrí y que me costó mucho asumir que estaba sufriendo.

HE SOBREVIVIDO a las acusaciones de acoso psicológico por parte de personas en quienes confiaba.

HE SOBREVIVIDO al silencio del resto de compañeras y compañeros a quienes consideraba familia, y con quienes compartía muchos momentos de alegría y de penas.

HE SOBREVIVIDO a mis propios sentimientos de culpa, por cosas que hice, por cosas que callé y acepté…

HE SOBREVIVIDO a la preparación de un juicio, con todo lo doloroso que conlleva

HE SOBREVIVIDO a un peritaje psicológico, en el que me hice consciente de todo el ambiente tóxico y del acoso que estaba sufriendo, y de que mi daño psicológico era más profundo de lo que imaginaba…

HE SOBREVIVIDO a la decisión de pactar un trato con la Empresa, para evitar ver y escuchar a las VERDUGOS y sus SECUACES, inventando cosas sobre mí.

HE SOBREVIVIDO a los 6 meses de espera para que abonaran el dinero que me correspondía y que intentaron quitarme de la peor forma posible, y por el que tuve que luchar.

HE SOBREVIVIDO a que no cumplieran, ni una sola vez, con el día en el que se comprometieron a abonarlo, lo hacían uno o dos días después…


¡¡¡HE SOBREVIVIDO!!!

En noviembre era el último abono y YA HA TERMINADO TODO. Ya finalmente no tengo nada que ver con esa EMPRESA.


El día en el que me hicieron el último abono, una de las personas participantes en la preparación del juicio me preguntó que cómo estaba, esta misma pregunta me la hizo mi marido, y por la tarde, me encontré con 3 personas distintas ligadas a esa Empresa. No me había encontrado con ninguna en todo este tiempo… y de repente, ese día, todo surgía.


Y, ¿CÓMO ME SIENTO? Para explicarlo, me gustaría compartir una metáfora. Me imagino que después de un tiempo de tormentas constantes que me fueron desgastando y generando malestar por toda la turbulencia que conllevan, con pequeños espacios de calma, que me dejaban respirar un poco, pero también me confundían muchísimo… llegó lo más temido… un terremoto muy potente, que logró traspasarme y romper una parte de mí… y romperme DUELE… sentirme tan vulnerable y sola, DUELE … y la verdad es que no estaba preparada para ese terremoto, no lo vi venir. Podía esperar un huracán, pero no un terremoto tan devastador.


Pero, ¿saben qué sucede después de los terremotos?. Las buenas personas salen a relucir, y te encuentras con gente muy solidaria, con ángeles o hadas (como dice mi niña), que te prestan ayuda sin esperar nada a cambio. Que te devuelven la fe en la humanidad, que te muestran empatía y solidaridad, te acogen y te apoyan durante el proceso de reconstrucción, de transformación.


No puedo evitar las lagrimas que salen solas al identificar a estas personas en mi vida. Con cada llamada, con cada comentario y con cada gesto, pusieron su granito de arena para ayudarme a estar dónde estoy hoy.


Me sigue doliendo y enfadando cada vez que recuerdo alguna de las frases que tenía subrayada la VERDUGO y me que leyó ese nefasto día, aún recuerdo su expresión, intentando mostrarse empática, pero juzgando y acusando. Me esfuerzo por no darle vueltas a esos pensamientos e imágenes, pero algunas veces, aparecen.


Hoy me siento una persona diferente, sigo en construcción, me gusta sentir que sigo creciendo y aprendiendo. Este capítulo de mi vida ha sido muy importante para mi crecimiento, pero YA HA TERMINADO.


Estoy viviendo otro capítulo, faltan pocas semanas para el nacimiento de mi segunda hija, Sofía, y la esperamos con mucha ilusión. A nivel laboral, nunca me había sentido tan a gusto, tan libre y tan profesional como ahora.


Siguen llegando oportunidades, incluso cuando no me las espero, y para mí son bendiciones, milagros… tengo que reconocer que SOY MUY FELIZ.

Me gustaría terminar reconociendo, que me siento UNA SUPERVIVIENTE, y estoy MUY ORGULLOSA DE MI.


GRACIAS A TODOS Y TODAS POR SUS GRANITOS DE ARENA….


 

Si están sufriendo un proceso como el mío o parecido, si están siendo víctimas de algún tipo de violencia o maltrato, no tienen que pasar por esto en soledad, soy Marisín Silgado, Psicóloga, y me encantaría poder acompañarlos o acompañarlas durante el proceso terapéutico para llegar a ser SUPERVIVIENTES.


Estoy en la CLÍNICA VITALSALUD en Almería, pero también atiendo de forma virtual para quienes lo necesiten. Pueden contactarme a marisinsp@gmail.com o (+34) 651 749 064.


GRACIAS POR LEERME.




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