top of page

"EL JUEZ ES DIOS...

.. en su Juzgado". Desde que me dijeron esta frase como parte de la preparación para el juicio, se me repite constantemente en mi mente cuando me detengo. ¿Y qué siento? Miedo, inseguridad, incertidumbre... Es muy fuerte que te puedan quitar la posibilidad de juicio o de juicio justo, y que todo se haga según su criterio. Pensé que esto era ilegal, pero resulta que es "a legal" , que no es lo mismo.


Me han explicado que el juez puede realizar el juicio o hacernos llegar a un acuerdo, aunque yo no quiera. Que puede decidir leer los informes o no hacerles caso, puede escuchar a los testigos o decidir no hacerlo. ¿Se imaginan ese desamparo?




El pensar en esto me transporta a cómo viví situaciones parecidas en la Empresa, cuando todo pasaba por el filtro de LA VERDUGO, cómo tenía EL CONTROL de absolutamente todo, y hasta las cosas más sencillas, dependían de su criterio, que cambiaba constantemente.


Me preguntaba por qué su "Segunda al Mando" no tomaba decisiones, se mostraba rígida. Incluso desde el área de formación (o sea, LA VERDUGO) se le "obligó" a trabajar la apertura y flexibilidad, la creatividad. Ahora que lo pienso, no tenía que ver con su creatividad ni flexibilidad, que ella era una artista, le gustaba mucho pintar. El problema es que LA VERDUGO crea ROBOTS para que sigan sus órdenes, y entiendo que para hacer esto de una manera eficiente, NO PUEDES PENSAR, no puedes tener criterio propio, porque te generaría un malestar insoportable.


Me vienen a la mente situaciones sin importancia del día a día con su "Segunda al Mando", en las que me sentía frustrada porque ella no tomaba decisiones y paralizaba procesos que eran simples, porque tenía que consultarlo con LA VERDUGO. Ahora entiendo sus respuestas de "disco rayado" que tanto me frustraban, entiendo que ella está en una posición complicada, en la que tiene que actuar de esta manera para SOBREVIVIR y continuar con su rol en La Empresa.


Ahora entiendo muchos de sus comportamientos y muchos de sus consejos, considero que a su manera intentó advertirme de cómo era la situación y del peligro que corría, y yo no lo entendí. En mi mente INGENUA no cabía la posibilidad de esta CONSPIRACIÓN, pensé que el peor daño que podían hacerme era DESPEDIRME y eso no me parecía tan mal. Pero no contemplé cómo se las ingeniarían para despedirme DIFAMÁNDOME Y ROMPIÉNDOME, sin pagarme el dinero que LEGALMENTE ME CORRESPONDE.


Volviendo al tema del juez, yo entiendo que las leyes, normas, derechos y obligaciones están escritas justamente para no darle ese poder a una persona. Somos humanos y nuestras emociones influyen en nuestras decisiones, en nuestro comportamiento.


Recuerdo en una reunión de equipo que nos hablaban sobre las modificaciones al Reglamento Interno de Trabajadores, y había un apartado que señalaba que el INCUMPLIMIENTO DE UNA ORDEN DIRECTA DE DIRECCIÓN, conllevaba una amonestación grave (no recuerdo las palabras exactas). Yo me escandalice. No podía entender a qué se refería exactamente con ORDEN DIRECTA DE DIRECCIÓN porque no había límites, era SU CRITERIO. No entendía cómo los compañeros no me apoyaban en esta indignación, lo veían normal. No había EXCEPCIONES. LA VERDUGO ERA DIOS en La Empresa. ¿No suena esto a DICTADURA? Pues así funciona esa Empresa, porque "Nos importan las personas".


Insisto que LA VERDUGO ya ha ganado, ha obtenido lo que quería: deshacerse de mí sin PAGARME NI UN EURO.Y ahora vuelvo a estar a la merced del criterio de otra persona... Una persona que puede decidir no escucharme y así me quita la posibilidad de defender mis derechos.


Pero esto no va a evitar que yo siga con este proceso legal. Durante este tiempo he entendido que afrontar estas situaciones forma parte de mi proceso de sanación. Que contactar con otras personas víctimas de LA VERDUGO y del ambiente tóxico, del que yo tuve un papel protagonista en su día, para pedir disculpas y aclarar situaciones, me ayuda a transformar la CULPA en RESPONSABILIDAD.


Que el afrontar de frente algo que me da mucho miedo, EL RECHAZO, y el que me muestren lo que he sido capaz de hacer por seguir órdenes, por estar bajo ese liderazgo tóxico y maquiavélico, también forma parte de mi proceso de sanación.


Y así estoy, echándole valor a la vida, a mi vida, no mirando para otro lado, no "anestesiándome", sintiendo cada puñalada y cada caricia. Pero no "a pecho descubierto", protegiéndome con mis herramientas y apoyándome en mi Red de familia, amistades y profesionales de diversos ámbitos.


No les mentiré, muchas veces me siento sola y me duele un montón, pero sé que no lo estoy realmente y eso me da fuerzas.


 

Últimamente me llegan personas a consulta para acompañar a nivel terapéutico con historias de superación personal casi mágicas, que me recuerdan la capacidad y potencialidad humana, de lo que somos capaces de hacer hasta en los momentos más oscuros. Es un regalo que me está dando la vida, puedo reconocerlo, sentirlo y agradecerlo.


Si estas pasando por alguna situación complicada como la mía, si te identificas con mis sentimientos, te animo a que te pongas en contacto conmigo, me encantaría acompañarte. Puedes escribirme por whatsapp al (+34) 633 406 409 o por email a marisinsp@gmail.com. Estoy en España, pero puedo acompañarte virtualmente hasta donde estés.






75 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page