top of page

"APRENDISTE A TENER MIEDO..."

Llevo días con varias frases en mi cabeza de una canción de Enanitos Verdes, "Eterna Soledad" y no logro sacármela. Y es que estos días he conectado mucho con mis miedos, y como estoy haciendo un "suicido narcisista" (término utilizado por otra de mis "maestras de vida"), voy a compartir mis miedos:


- Miedo a que mi reputación profesional se vea afectada por "la conspiración".

- Miedo a que pidan referencias mías por un nuevo trabajo, y "mi verdugo" diga todas esas mentiras sobre mí

- Miedo por cómo le habrán explicado a las personas que yo atendía que no trabajo en la Empresa.

- Miedo por lo que puedan pensar las personas que yo atendía, porque simplemente desaparecí, sin dar explicaciones, sin despedirme. Y mi trabajo era dar terapia a esas personas, no fue una salida respetuosa (aunque sé que no fue decisión mía, me siento muy mal por ello... Nuevamente me asalta la duda, ¿Seguro que "les importan las personas"?)

- Miedo a que GANEN, que se salgan con la suya. A qué mis verdugos no paguen por sus actos (que ganen "los malos")

- Miedo a que esta rabia que siento en algunos momentos, no desaparezca y me vaya inundando cada vez más.

- Miedo a no poder defenderme

- Miedo a que no me crean, porque soy YO contra "UN IMPERIO". Mi palabra contra la de varios verdugos.


Y la canción continúa:

"APRENDISTE A TENER MIEDO, PERO HAY QUE CORRER EL RIESGO, DE LEVANTARSE Y SEGUIR CAYENDO..."


Y aquí estoy, cayendo otra vez, porque corrí el riesgo de levantarme. Porque me estrello contra la realidad una y otra vez, una realidad que en muchas ocasiones favorece a los verdugos, que pueden conspirar y mentir fácilmente, porque un PAPEL aguanta TODAS las mentiras, y si son varias personas quienes lo dicen, seguramente será verdad. Sin embargo para una defensa, no vale sólo mi testimonio, mi palabra. Tengo que tener pruebas, ¿cómo pruebo algo que no he hecho?


Confieso que escribiendo esto, comienzan a salirme lágrimas, hasta finalmente quedar llorando. No puedo evitarlo. Son lágrimas de impotencia, frustración y cansancio. Me siento tan pequeña e indefensa ante semejante MONSTRUO, que la verdad es que me intimida. Vuelvo a sentir MIEDO.


Y la canción continúa:

"NO HAY NADA QUE PERDER, CUANDO YA NADA QUEDA EN EL VASO..."


Y ésa es mi postura, cuando te han hecho tanto daño, que ya no puedes sufrir más por lo mismo... es cuando no tienes nada más que perder, y sólo queda el "CORRER EL RIESGO DE LEVANTARME" y volver a empezar, aunque eso implique "SEGUIR CAYENDO".

No se confundan, que conecte con mis miedos, que llore de impotencia y frustración, que me sienta pequeñita y que me caiga constantemente, no implica que no seguiré defendiendo mis derechos, que no lo siga intentando. Porque me niego a creer que "ganan los malos", que se puede hacer tanto daño y quedar impune. Me niego a dejarme atemorizar para no defenderme. Me niego a creer que el mundo es así.


No lo es. Que quien dirige esa Empresa, con una visión y misión admirables, haya perdido el rumbo y haya creado un ambiente tóxico donde "Nos importan las personas" es sólo un eslogan, y que algunas trabajadoras se hayan prestado a caer tan bajo, mintiendo de esta manera, no hace que generalice y pierda mi visión positiva de la vida y mi fe en las personas.


Hay un mundo mejor fuera de esa Empresa, y somos muchas las personas "sobrevivientes" que hemos logrado salir, aunque con heridas, que tardarán en sanar.

Existe un mundo donde un "error" a simple vista puede terminar siendo una oportunidad de hacer algo diferente, donde no estar de acuerdo con una línea conlleva un intercambio de opiniones que te ayuda a crecer personal y profesionalmente. Donde hay espacio para la creatividad y el crecimiento. Donde no te sugieren que cambies tu forma de hablar (utilizando el vosotros) para mostrar cercanía. Donde no te juzgan como "superficial" por la ropa que utilizas ni porque te arregles mucho. Donde no te imponen una vestimenta, ni te amenazan y te presionan para que hagas cosas ilegales.


En fin, sé que puedo sonar muy repetitiva, pero como la idea de escribir es sanar, tengo que sacar todo lo que tengo dentro. Me comprometí a hacerlo, a abrirme públicamente, aunque eso implique exponerme.


Gracias a todas las personas que me leen, y un abrazo virtual muy fuerte a todas las que me han mostrado su apoyo y me han animado a continuar. Gracias por entender por qué hago esto, y en palabras de otra de mis "maestras de vida":


Qué decisión más acertada has tomado: curar tus heridas exponiéndolas a  la  vida misma. Una manera brutal de decir "estoy golpeada, cansada, decepcionada; pero sigo de pie y con más ánimo, el miedo no me paraliza, aún respiro y voy a reconstruir mi vida laboral".

Si identifican que tienen heridas que les están afectando la calidad de vida, o tienen miedos que los están paralizando para cumplir con sus objetivos, seguramente necesiten un acompañamiento psicológico, pueden localizarme en:


¡ATIENDO TAMBIÉN DE FORMA VIRTUAL!








 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post
  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por Marisín Silgado Paz. Creada con Wix.com

bottom of page